Conferencia de Copenhague

Se reunieron los representantes de 192 naciones. China y los Estados Unidos ya habían pactado en Noviembre que firmarían un acuerdo político, no un Tratado y es lo que ha sucedido. Han acordado que la temperatura de la Tierra no debe subir más de 2 grados centígrados respecto a tiempos preindustriales. No es un acuerdo jurídicamente vinculante. Se ha acordado un fondo de ayuda a la adaptación al cambio climático para países en desarrollo. No existe más que una vaga referencia a un sistema internacional de comprobación de resultados.

Los países europeos han recibido el acuerdo con gran frustración.  Las diferencias más importantes se han dado entre países ricos y países pobres y entre los países ricos entre sí. China y los Estados Unidos de América han protagonizado la reunión, al pedir éste que las reducciones de emisiones sean comprobables, a lo que China se ha negado en rotundo. Los países africanos han mostrado su frustración porque consideran que serán ellos los que paguen las consecuencias. Los países emergentes han empezado a ofrecer reducciones de emisiones.

La Conferencia estaba condenada a no prosperar al ser necesario que todos los países firmen el acuerdo. La oposición de uno sólo de ellos lo tira por la borda. La próxima conferencia se celebrará en México

No obstante, se espera las medidas que cada uno propondrá para reducir el impacto del cambio climático. El problema es que no hay mucho tiempo antes de que la probabilidad sea muy grande de cambios profundos en el clima de la Tierra, con efectos desconocidos.